Buenos días, Luz de mi vida. Hoy he decidido parar el tren de nuestra ajetreada vida y tumbarme unos minutos para escribirte. Te escribo, porque abrirte mi corazón sana mi alma. Sabes todo lo que me sucede, ves más allá de lo que tus retinas captan y es que, tu sexto sentido es más que inexplicable.
Este no ha sido un buen mes pequeña, no para ti, sino para mí, que cansada ya no parezco ni el reflejo de quien fuí, ha sido un mes en el que se han juntado muchas cosas, el comienzo de curso, el reto de afrontar nuevos objetivos, catarros por dos, gastronteritis, hormonas revolucionadas, riesgos en el embarazo... en fin... que ha sido un buen coctel para acabar rendida.
Es cierto que la vida de madre es dura y complicada, muchos me dicen que soy valiente por tener dos hijos y uno en camino, yo les digo que quizás estoy loca, pero loca de amor, amor por tí gran ángel que me enamoras con tu sola presencia, que me das fuerzas en cada flaqueza, amor por tu hermano Bruno, que como ya he dicho en múltiples ocasiones, es la mejor persona que conozco, el más humano, más cariñoso, más bueno, es todo a tu lado.Estoy segura de que te ama incluso aún màs que yo.
Y entre tanto ajetreo es dificil dedicar tiempo a pensar en el pequeño Manuel, el duendicillo que ahora sí, cosquillea mi barriga y crece día a día, me ilusiona el pensar que pronto otra sonrisa inundará nuestras vidas, le quiero, le quiero en porque ha llegado sin avisar, sin preguntar si es un buen momento o quizás no, le quiero porque por una vez lo inesperado no es tristeza ni desgracia, sino ilusión, una gran ilusión por tener la familia que siempre soñé, pese a todo lo ocurrido os tendré a los tres en mi vida, sois todo para mí.
Adoro mi trabajo, me encanta viajar y conocer cosas nuevas, el mar, la montaña....he podido disfrutar de un montón de cosas, pero nada hasta que tu has llegado a mi vida me había llenado plenamente, claro que es cansado ser madre, pero en esta vida todo lo bueno cuesta un poquito.
En este último mes he tenido bajones, quizás por primera vez me he sentido prisionera de este sueño, a veces pienso en el futuro, aunque es una prohibición que me impuse hace tiempo, y es que Africa me da miedo, me da miedo sentirme prisionera de esta vida que amo, me da miedo sentir que llegue un momento en que esto sea una imposición y no una elección.
Pero supongo que soy humana, y como todos a veces tengo mis debilidades, pero t prometo pequeña princesa, que para superarlas voy a dedicar algo de tiempo para mí, para no sentir una puerta cerrada, sino más bien para sentirla entreabierta, sentirla como la vuelta mi hogar, con mis ángeles, con mi razón de existir.
Ser madre es lo mejor que la vida me ha dado, y claro que estoy cansada, pero es lógico, todo lo que en esta vida merece la pena exige un esfuerzo. Te quiero, te amo y ahora mismo voy a achuchaaaaarttteeeeee.
